Jueves 24 de junio de 2021
emblema politico
a baia brazil
No es la intención de este sexto libro (A Baia Brasil) traer sensación a estos rasgos al amanecer, nada de eso. Me gusta charlar cordialmente con cualquiera que se detenga en la mesa de mi bar, en casa hoy, pero esta intención en línea vale mucho para socializar en tiempos de ausencia. Y naturalmente la conversación fluye tranquila sobre las políticas que ahora son partidistas, ahora segregadas, ahora judicializadas y altamente polarizadas, oh ja. Parece que todo confluyó en enfrentamientos ácidos cuando parte de la política está y está perdiendo la paciencia, la sabiduría y la dignidad de sus posiciones representativas. La supuesta defensa con sus vueltas equivocadas, la skierda infundada paleontóloga no se renueva en su liderazgo desde hace mucho tiempo. Y el centrum, ahora el centro irrelevante en términos de opinión, espera lo que dará el IPC. No se suponía que fuera así en ninguna república que se precie. Tesis, ideas, argumentos, acciones deben impregnar la actividad de gobernar para el pueblo y para el pueblo. No creo que lleve una crónica desde el año 2008 cuando el soberano Google entregó esta página gratis a todos, democratizando expresamente los medios de comunicación hasta entonces elegantes y casi inaccesibles. Al afirmar y negar tantas cosas, no pretendemos hacer una escuela de admiradores, sino simplemente compartir nuestras ideas del mundo bueno, conmovedor y empírico. Brasil está hecho de un mestizaje espectacular y único en la historia y trae en su interior mucha intuición, buena voluntad y una buena dosis de comicidad, ¡oh, ja! ¡Okey! Ahora la gente, dadas las observaciones de los calendarios pasados y presentes de que la política ha erigido una especie de casta cerrada con contraseña y para entrar en su medio es necesario ser conocido o indicado por alguien influyente en el famoso coeficiente intelectual. Y en esta emoción de valores, hemos llegado a donde hemos llegado sin usar el sentido crítico, y seguimos entrando en cada barco que gotea. Tanto es así que vemos con tristeza que la pandemia ha cumplido su filo, además de victimizar al azar a nuestros hermanos y hermanas, ha dividido aún más a la nación. El sindicato no llegó, los ánimos se levantaron y hasta quienes no ostentan el 'deploma' de médico decidieron hablar con 'categoría' sobre el tema. No dejaron de lado tales diferencias políticas y fabricaron un CPI para castigar a los posibles y presuntos culpables mientras, con el debido respeto, se le aparecían las colas a cuadros a la sociedad que conoce los movimientos de los castos homis en el poder.
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